"A 11 años"

Hoy se cumplen 11 años de la eliminación de River a manos de Boca en la Copa Libertadores 2000. Boca deja afuera a River en los cuartos de final de la Copa Libertadores. Con un contundente 3 a 0, lo derrota con un global de 4 a 1. Los goles de aquella inolvidable noche lo marcaron Delgado, Riquelme y Palermo, con un llanto que recuerda la Bombonera.

A 11 años de la "muleta".

 

 Se cumplen 11 años del gol de Palermo a River, el día de su vuelta tras una lesión, nada menos que por los cuartos de final de la Libertadores. Uno de los top en la carrera del 9.
A la hora de recordar grandes victorias sobre River, hay una imposible de olvidar, que siempre quedará en la memoria de todos los xeneizes: el 3-0 por los cuartos de final de la Libertadores 2000. Este 24 de mayo se cumplen 11 años de aquel famoso partido, vital en esa campaña que culminaría con la obtención la tercera corona continental. Recordemos esa épica noche, con la frutilla de postre a cargo de Martín Palermo.

El destino, o mejor dicho la llave de la Copa, determinó jugar contra el rival de toda la vida por un lugar entre los cuatro mejores de América. En la ida, en el Monumental, el equipo que por entonces dirigía Carlos Bianchi cayó por 2-1. Si bien había sido derrota, no era un mal resultado teniendo en cuenta que se definía en la Bombonera. Pero obvio, había que ganar sí o sí. Otro resultado implicaba la triste eliminación.

Luego de una semana, con otro Súper entre medio por el Clausura (1-1), se jugó el desquite. En medio, una polémica desatada por el Tolo Gallego, que había manifestado que si Bianchi ponía a Martín Palermo, en ese momento recién recuperado de la rotura de ligamentos de su rodilla derecha, él metía al Enzo Francescoli, ya retirado. Una clara burla, de la cual después se terminaría lamentando…

¿Y qué pasó en la vuelta finalmente? Con una Bombonera repleta, Boca sacó chapa de su histórica paternidad y se llevó puesto a River en un segundo tiempo que quedará archivado para siempre. Primero, el Chelo Delgado fue el encargado de empatar la serie, ante una floja salida de Tito Bonano. Después, un iluminado Riquelme, que desplegó una de sus mejores repertorios -con el recordado caño a Yepes- puso el 2-0 parcial de penal. Y tras ello, llegó el momento cúlmine de esa jornada. Bianchi no se achicó y, tal como había pronosticado, mandó a Palermo a la cancha. El Titán, en uno de los capítulos más trascendentes de su historia futbolística y cinematográfica, no solo se dio el gusto de jugar unos minutos, sino también de marcar el tercer grito de la noche, desatando la euforia y locura total en la Bombonera. “Fue el gol más emotivo en el club”, dijo Martín alguna vez al ser consultado sobre esa épico noche, que selló el pase a semis, dejando afuera al eterno rival. Abrazos, llantos y emociones en su máximo grado de expresión… 24 de mayo, una fecha imposible de olvidar para Palermo y Boca. Por eso, feliz cumple nomás…