"Y al tercer día llegó"

Ni el domingo, ni el lunes, recién ayer Falcioni volvió a confirmar a Palermo como titular. El rompió la cábala. ¿Romperá el 9 la racha? 

 

Esta vez no siguió a sus cábalas. El domingo no dijo nada y el lunes, tampoco. Pero ayer, un día después de lo esperado, llegó la confirmación. Por la tarde, también por radio (como había sucedido la semana pasada), Falcioni ratificó a Palermo. “Va a seguir siendo el titular”, dijo en “Niembro en acción”, por radio Belgrano.

De todos modos, el técnico ya le había transmitido a su entorno que el 9 seguirá desde el arranque ante Tigre. En todo caso, le puso algo de suspenso, aunque es cierto que hasta ayer nadie se lo había podido preguntar. En el vestuario de Lanús, JC sólo habló durante cuatro minutos en un sector y dejó a otro grupo de periodistas sin la chance de entrevistarlo. Y el lunes, a diferencia de las dos semanas anteriores, no se lo escuchó en ningún micrófono. Hasta ayer. Para el DT la confianza no se ve erosionada pese a la sequía del goleador.

Falcioni ya explicó que el “gol no es lo único” que le importa de Martín. El valora su predisposición al trabajo, su profesionalismo, su ejemplo ante los más pibes y su eterna perseverancia. Y además entiende que las rachas algún día se terminan. Y la de Palermo, se sabe, tendrá que acabarse antes del 19 de junio para que la película disfrute del final glorioso que merece.

El Titán está caliente por la situación colectiva y personal. Y anda con sed de triunfos y de goles. En la práctica de ayer intercambió conceptos futbolísticos con el cuerpo técnico tratando de encontrar el mejor funcionamiento. Tal vez, el cambio de esquema que se produzca el domingo lo favorezca. El 5-3-1-1, se notó, delató su falta de movilidad y su nula participación en los (pocos) intentos de juego asociado. En rigor, dispuso de escasas situaciones, aunque esas pocas no las aprovechó.

Palermo ya lleva 811 minutos sin goles, superó su peor racha en el club y quedó cerquita del registro más bajo de su carrera, en Estudiantes. A pesar de que ya no necesita demostrar su capacidad y nada manchará su prestigio, a su exitosa carrera le quedan sólo diez partidos y él quiere decir adiós con una sonrisa...